Galo “Coquena” Moya: “NO SE PUEDE CORTAR UN PEDAZO DE TU VIDA…”

Por H.I.J.O.S. Jujuy

Los ´60 y los ´70, estuvieron atravesados por profundos cambios, entre ellos; la “revolución sexual” y/o “liberación sexual”, lxs jóvenes de esa época desafiaron todos los “estándares” tradicionales, como la moral sexual socialmente impuesta, también fue una generación que forjó e impulsó la igualdad de género, entre otras cosas, debates que atravesaron todos los sectores de la sociedad.

Las organizaciones y partidos políticos de izquierda de aquellas décadas no estuvieron ajenos a esas discusiones. Una de las organizaciones que en 1971 instaló el debate de poder incorporar en los programas de lucha de las fuerzas revolucionarias las reivindicaciones de la comunidad homosexual fue el Frente de Liberación Homosexual (FLH) que estaba integrado por Peronistas, Comunistas y Anarquistas, también entabló relaciones con las agrupaciones feministas de la época.

Organizaciones y partidos que con una conducción mayoritariamente masculina y en medio de complejas contradicciones, en los que la valoración del ejercicio pleno de la sexualidad no estuvo a la altura de las circunstancias y del fundamento político “El hombre nuevo”, pesando más los mandatos sociales, reprodujeron el sistema heteropatriarcal hacia dentro de sus filas. Sin embargo, esta mirada ha ido evolucionando y hoy, muchxs de lxs militantes sobrevivientes de aquellos tiempos, entre ellxs diversxs sexuales, y un gran número de mujeres, integran el movimiento LGTBI+ y de mujeres.

Pudimos conversar con Galo Moya para todxs ahora Coquena o Coque “apodo” que lleva desde su época militante, actualmente reside en México, es ex preso político sobreviviente y disidente sexual, nacido en el ramal jujeño, fue detenido ilegalmente en dos ocasiones en el año 1974.

Coque inicia su militancia política a fines de los ´60 cuando se traslada a Tucumán para iniciar sus estudios universitarios, es allí donde hace su acercamiento a la JP (Juventud Peronista). A comienzos de los ´70 vuelve a Jujuy a cumplir con el servicio militar obligatorio, una vez de baja, en el 72´ se incorpora a las filas de la JP jujeña. Nada extraño, puesto que el movimiento peronista fue un espacio político donde confluyeron los sectores más marginados de nuestra sociedad, un movimiento que contuvo, y de alguna manera, le puso voz a lxs nadies.

Fue perseguido y sufrió la cárcel, persecución que puso en riesgo su vida por lo que tuvo que solicitar asilo político en otro país. Coque transitó su destierro desde agosto de 1975 en la Ciudad de México donde se dedicó al periodismo y a la escritura académica de la mano de la danza, las artes y el feminismo, hoy trabaja en un libro sobre la masculinidad apuntando a un cambio profundo, “para terminar con ese concepto fundacional que nos jode”, como dice él, estos son y fueron los espacios donde se refugia y desde donde transforma.

Las disidencias de los 70 en Jujuy

Coque comenzó contando que él estaba en JP “que era de una dependencia política de superficie de Montoneros (1)” y lo duro que fue tratar de vivir libremente su sexualidad “en esa época era demasiado complicado porque la visibilidad era prácticamente imposible, incluso aunque no estuvieras dentro de una organización”.

Cuenta también que “para el 72, 73 ya había aparecido el FLH, el Frente de Liberación Homosexual en Buenos Aires en el cual había gente interesantísima” y que esto le dio el envión para introducir en la organización la discusión acerca de poder visibilizar las identidades sexuales disidentes. Coque explicó que “no había ninguna posibilidad real, el gran mito de la creación del hombre nuevo, la cuestión curiosa de “lo personal es político”, curiosa y especial porque tu actuación personal tenía que estar de acuerdo con tu imagen política así que como yo era “el jetón” (2) en esa época de JP aparecía en El Pregón (3), en la televisión también, entonces era imposible manifestarme”. Eran organizaciones “antideseo sexual”, no era solo contra la homosexualidad sino contra todo el deseo sexual. Era una cuestión obligatoria estar en pareja, la familia cuadradita, a pesar de las libertades que nosotros ejercíamos y defendíamos pero no podíamos movernos de ese esquema, y en Jujuy menos”.

La frustración es dolorosa, “en un momento comienzo a tener una baja en mi accionar político, estaba deprimido, y de golpe ya sé lo que es, y lo planteo en las reuniones nuestras (de la JP) y era precisamente… ¿cómo carajo podía seguir si tenía que ocultar lo que es parte de mi vida, mi homosexualidad?… fue un escándalo grande, en esa época te ponían un castigo, te encerraban y no podías ver a nadie durante una semana. Esto llega a la regional, viene el compañero jefe responsable y yo hablo unos instantes, poco tiempo con él, yo le planteaba la necesidad de que gente fuera de la estructura de la heterosexualidad tenía que estar también dentro, haciendo exactamente lo mismo que estaban haciendo afuera sin negar la sexualidad, sin negar el deseo, y que esa era una manera de revitalizar lo interno, porque yo conocía también compañeros que estaban totalmente “agarrados” y se comenzó a dar la discusión, que podría haber sido interesante porque fue una sola charla y después ya vino la cárcel”. A Coque esto le significó la expulsión y “quedó solo tirado en el aire” agregó.

Una causa armada

Sobre su segunda detención relató que fue en octubre del ´74, “nosotros caemos cuando “la compañera” Isabel (4) me invita hacer un gran tour por la República Argentina y conocí muchos muros grises oscuros… (dice irónicamente Coque), nos arman una causa, llegaron a mi casa, yo vivía en el barrio Santa Rosa en San Salvador de Jujuy, allanaron, sacaron a toda la gente que estaba ahí en ese momento, porque mi casa era abierta, además mis primos, que eran más chiquitos, con todos sus amigos casi siempre estaban en casa. Era la casa de una tía, mi hermana y yo vivíamos ahí”. Fue un operativo encabezado por la policía Federal en el que participó también la policía de la provincia, que en una grosera estrategia para incriminarlo, y como sucedió con diferentes víctimas, plantaron pruebas “y empiezan aparecer bombas, periódicos, sobre la cama de mi tía habían dos bombas… y era tan burdo que al final el juez determina que no había nada para una condena o para que continuara en la prisión” relata Coque.

Luego, le dan la libertad por falta de mérito pero “no nos dejan salir de la cárcel (continuó) los carceleros se opusieron porque no fue la Federal a buscarnos, ya había comenzado a actuar la Triple A (5) ojo, donde está la plaza (plaza Italia frente al Penal de Gorriti) se apostaron los federales con armas, cuerpo a tierra, y del lado de la cárcel también los guardiacárceles apostados, no sabíamos qué pasaba, por qué no salíamos nosotros, hasta que llega el jefe de la cárcel y nos dice lo que estaba pasando, que no nos iban a dejar salir hasta tanto no se presente la orden de un juez”.

Coque sigue contando, “nos sacan, nos llevan a Tucumán donde era exactamente lo mismo, de ahí nos llevan a Córdoba, cuando llegamos a Córdoba fue en una fecha que no se puede olvidar, 6 de noviembre del 74, que fue el día en el que se declara el estado de sitio, no nos podían dejar afuera porque nos podíamos rajar. En Córdoba nos presentamos ante el juez con un papel que era una hoja tamaño oficio escrito hasta la mitad y el juez nos dijo que era una falta de respeto que esa hoja nada más sea la causa, y yo le dije que era una falta de respeto que me manden desde Jujuy con ese papel. Y después en la comisaría de Córdoba firmamos que estábamos a disposición del PEN, en definitiva era el encierro planificado, empezaron del norte y del sur a aplastar, siguieron desde el oeste y el este… y la masacre que fue Córdoba, Buenos Aires, Rosario, era el esquema hecho por el ejército, tiempo después salí del país hacia México”.

La militancia en el destierro

Durante su exilio, Coque, cuando se abre la Casa Argentina en México y lo van a buscar a pesar de haber sido expulsado, intentó hablar nuevamente sobre poder visibilizar su elección de pertenecer a la comunidad homosexual, “me buscan para que yo esté a cargo de una estructura de gente simpatizante de JP, MPP, MPM, etc, que era un grupo de periodistas que necesitaba un responsable político que pudiera marcar una línea, estaban Bonasso (6) y Mempo Giardinelli (7), te imaginas yo los miraba y eran mis ídolos, todo esto por fuera de la organización Montoneros. Después el tema ya no se discutió más”.

Luego de esto la organización le puso un responsable político “que lo atendía”, y tuvo que hacer terapia con una compañera analista, cuenta jocosamente que: “nos reuníamos los tres (él, la analista y el responsable político), ¿y ahora qué carajo tenemos que hacer? …yo seguía manteniendo la misma situación”, haciendo referencia a su postura política en relación al pleno ejercicio de su sexualidad, esto era para el año 76, 77, en ese entonces, “con más herramientas para discutir mi posición llegué a la conclusión de que hasta acá llegamos, no más terapia, y mi responsabilidad política se va a seguir haciendo porque es una cuestión política, luego iremos discutiendo coyunturas, situaciones especiales, hasta ahí llegamos, y me reincorporo en las estructuras de Montoneros en México.

Luego de su regreso formal a la organización de nuevo riendo cuenta que “cuando se abre la casa montonera en México, yo soy el que recibía a la gente, soy la secretaria de recepción, un poco yo era el filtro para la gente que llegaba de Argentina”. Para ese entonces, las discusiones sobre el tema de las identidades sexuales quedan de lado y lo último que le dijeron fue “te tenés que sacrificar por la nueva familia”, y yo les decía, yo no me sacrifico por nadie, si yo quiero formar una familia voy a formarla como yo quiera, y eso es una nueva familia”.

Desde México, Coque viaja a Nicaragua para integrar la filas revolucionarias sandinistas, cuenta que cuando llega a ese país, “ mi llegada fue así como Uh! porque ahí las parejas entre los changos era…hasta que llegaron los cubanos y pusieron límites, hicieron la profesionalización del ejército, y yo tenía mi noviecito ahí por supuesto”. Allí en ese país, en otro contexto y de otra manera, habla con Firmenich (8 ) y Vaca Narvaja (9), “ahí podíamos hablar de frente tomando café, ya la charla tranquila, y me dicen, bueno vamos a seguir hablando sobre esto, estamos hablando del año 80, ya la contraofensiva (10) fracasa totalmente y la caída de los compañeros fue impresionante, fue horrible. Yo me voy a México y ya directamente me abro, comienzo a trabajar en periodismo” dice Coque.

México y la decisión de no regresar

Sobre su vida en México recordó que tenía la necesidad de “hacer algo con su cuerpo” allí descubrió la danza contemporánea, “ver esos cuerpos bailando, ver esos cuerpos expresando, no el cuentito de hadas, no, no, que además te da la base de militancia en el arte”, entonces, toma la decisión de estudiar danza en la sede del ballet folklórico de México y luego incursiona y se dedica al periodismo de las Artes.

Coque fue enriqueciendo su existencia y su militancia en muchos aspectos, a mediados de los ´80, el movimiento feminista interpela enérgicamente su vida, ingresa porque “mis amigas forman una ONG y empiezo a trabajar transcribiendo entrevistas a mujeres de las bases populares, mujeres que dejaron la cocina para integrarse al trabajo territorial, bah! con menos cocina”, cuenta. Y reconoce que “A mí el feminismo me ayudó demasiado para poder empezar a teorizar sobre las disidencias sexuales y hablo de disidencias porque la diversidad me parece que es hermanita de la tolerancia, te tolero en tanto y en cuanto no saques los pies del plato”.

Además, dice entre risas ser un “degenerado”, su formación clasista se hace entrever, no cree en la categoría de género, sostiene que no lo representa, “porque fue un concepto totalmente revolucionario de los ´70, creado por las mujeres, y hoy lo toman las Naciones Unidas, esas grandes organizaciones y lo civilizan, hacen una cosa amorfa”. En el mismo sentido, sostiene firmemente que su interés es desde el punto de vista social y colectivo, no individual, alejado de los intereses burgueses “aquí jodemos que para “las señoras” es muy elegante invitar un gay a cenar para cumplir un requisito que necesitan…”.

Sobre la decisión de no regresar a la Argentina expresó “no sé, el hecho es que llegué un día a Naciones Unidas para que me repatriaran, una amiga que no sabía que trabajaba en ACNUR, me dice ¡Coquena qué bueno que llegaste!, ¿venís por el pasaje no?, entonces miré ahí y dije no, vine a buscar si no tienen un oculista para ir (risas), me salió así y me quedé, definitivamente”.

El exilio produce un corte en la continuidad histórica de la vida de las personas, aunque estemos cerca, pero en otro país, del lugar donde provenimos, estamos lejos de lo que sucede cotidianamente. Además, como la mayor parte de lxs exiliadxs políticxs, quienes tuvieron que vivir un brutal desarraigo familiar y cultural, la pérdida de sus compañerxs, la derrota del proyecto político, las carencias económicas, entre otras, Coque tuvo que afrontar todo esto “Estaba en una situación muy jodida económicamente, estaba viviendo en un cuartito, no tenía laburo, vivía de trabajos esporádicos por eso fue mi decisión de quedarme, me siento cómodo acá. Y después cuando estuve a fines de los 90, como 8 meses en dos espacios en Argentina, intenté ver de qué manera me podía quedar, y comencé a ver, a observar, a pensar, y me di cuenta que estaba fuera, ya no pertenecía, yo tenía mi vida hecha acá, mi sector, mis grupos de pertenencia”.

Una parte fundamental de su vida

El Coque, tiene la capacidad de ponerle humor a las cosas duras de la vida, siempre está acompañado de “El Tona” su perro Xoloitzcuintle, habla chingón sobre las disidencias sexuales, le gusta el vino y el mate, los lleva en la piel. Militante crítico y concienzudo, que hace más de 40 años y en una provincia feudal, visibilizó y cuestionó las contradicciones sexuales de su organización, no deja de reconocer que haber pertenecido a esa generación enriqueció su vida: “de mi militancia allá en Jujuy yo rescato todo, fue una parte fundamental de mi vida que hace a lo que yo soy ahora, con todas las contradicciones, con todos los avances, con todos los retrocesos, y que me sirvió como una base práctica para resolver muchas cuestiones posteriores, qué es lo que pasó en aquel momento, qué es lo que pasa ahora, eran las preguntas constantes que me hacía y cuáles serían las respuestas y los caminos a seguir. Porque sobre todo no se puede cortar un pedazo de tu vida”.

CITAS

1) Montoneros, según sus propios dirigentes: “Somos una unión de hombres y mujeres argentinos y peronistas que nos sentimos parte de la última síntesis de un proceso histórico que arrancó 160 años atrás y que con sus avances y retrocesos da un salto definitivo hacia adelante a partir del 17 de octubre de 1945. Todo este proceso ha influido en nuestra formación y es el que le otorga sentido y proyección a nuestra lucha. Luego de haber militado en los distintos frentes del Movimiento, varios grupos de diversas partes del país nos organizamos para llevar adelante una guerra Iarga de Resis­tencia Armada contra el régimen gorila. Proveníamos de distintos sectores y orígenes, obreros, estudiantes y profesionales de tradición peronista, cristianos, nacionalistas e izquierdistas. Pero nos unieron la convicción y el sentimiento, ya comunes, de la necesidad de luchar con las armas en la mano por la toma del poder con Perón y con el pueblo y la construcción de una Argentina libre, justa y soberana”.
(https://www.elhistoriador.com.ar/montoneros/)

2) En la jerga de las organizaciones de los 70 se le llamaba “jetón” a quien aparecía públicamente y en los medios de comunicación para manifestar la postura política de su organización.

3) El Pregón es un diario jujeño en formato papel que en los 70 en la provincia de Jujuy era el de circulación “masiva”, actualmente coexiste con otros diarios en papel locales.

4) Isabel Perón más conocida por su sobrenombre Isabel Perón o Isabelita, es una ex política argentina que fue vicepresidenta de la Nación durante el último período presidencial de Juan Domingo Perón, su marido, y que tras su muerte el 1 de julio de 1974, asumió como presidenta. Su período en el cargo (1974-1976) ocupó la mayor y última parte del ciclo histórico denominado «tercer peronismo» (1973-1976). Fue derrocada por el último golpe de Estado cívico-militar en la historia del país el 24 de marzo de 1976, fue un período nefasto donde ya habían empezado los secuestros, desapariciones y crímenes de militantes del Peronismo Revolucionario con el consentimiento de Isabel y ejecutado desde las sombras por José López Rega quien engendró la Triple A. («Un día que no se podrá olvidar Nunca Más». Página/12. 16 de marzo de 2006.)

5) La Triple A, la Alianza Anticomunista Argentina (AAA) fue un grupo parapolicial terrorista de extrema derecha de la Argentina comandado por José Lopez Rega quien en ese momento era ministro de Bienestar Social durante la presidencia de Héctor Cámpora. Este grupo también fue gestado por un sector del peronismo, el sindicalismo, la Policía Federal y las Fuerzas Armadas argentinas conectados con la logia anticomunista Propaganda Due, que asesinó a artistas, sacerdotes y religiosos, intelectuales, políticos de izquierda, estudiantes, historiadores y sindicalistas, además de utilizar como métodos las amenazas, las ejecuciones sumarias y la desaparición forzada de personas durante la década de 1970, fue responsable de la desaparición y muerte de casi 700 personas. https://www.todo-argentina.net/…/juan…/triplea.php…)

6) Miguel Luis Bonasso (Buenos Aires, 17 de mayo de 1940) es un político, periodista, ex militante de la organización Montoneros y escritor argentino. Fue diputado nacional en 2003 y reelecto en 2007.

7) Mempo Giardinelli es escritor y periodista. Nació y vive en Resistencia, Chaco, Argentina. Exiliado en México entre 1976 y 1984, militó en la Juventud de Trabajadores Peronistas y fue sindicalista del gremio de periodistas en los 70. Su obra literaria está traducida a 30 idiomas y recibió importantes galardones. (http://mempogiardinelli.com/)

8 ) Mario Eduardo Firmenich (Buenos Aires, 24 de enero de 1948) fue fundador de la organización político-militar Montoneros y su principal dirigente entre 1970 y 1983.

9) Fernando Vaca Narvaja (Buenos Aires, 7 de enero de 1948) es un político argentino y miembro de la organización revolucionaria Montoneros en la década de 1970.1​ Quedó como el tercero de la Conducción Nacional que sobrevivió a la última dictadura.

10) La Contraofensiva fue la última operación de Montoneros. Desde la ciudad de Cuernavaca, México, y desde Madrid, España, se diseñó un esquema basado en acciones armadas y de propaganda que -según la lectura de la conducción de la organización- ayudaría a voltear al régimen militar. Esta lectura se apoyaba en el crecimiento de los conflictos gremiales y sindicales durante ese año. El 27 de abril del ’79, por ejemplo, se realizó la primera huelga general contra la dictadura. La Contraofensiva fue derrotada y la organización quedó prácticamente extinta. Ochenta y tres militantes fueron secuestrados, asesinados y desaparecidos. (http://cosecharoja.org/40-anos-de-la-contraofensiva-la…)

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