
Por H.I.J.O.S. Jujuy
Esta semana, el 7 de junio pasado, en Argentina, se festejó el día del periodista en recuerdo a la aparición de La Gazeta de Buenos Ayres en 1810, el primer diario nacional cuyo objetivo era difundir a todas las provincias, las actividades de la Primera junta de Gobierno independentista, que fue fundado por el abogado y político revolucionario Mariano Moreno (1). “Quiero más una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila” M.M.
A partir de entonces, innumerables batallas de diversa índole se han librado en nuestro país con respecto al derecho a la palabra, la propiedad de los medios, y la libertad de expresión, entre otras cosas.
Sin embargo y a pesar de la resistencia, los medios hegemónicos de comunicación, protectores, y en algunos casos parte, de los grandes poderes económicos, se impusieron a lo largo de la historia y cuando sintieron sus intereses y privilegios amenazados no dudaron en desplegar todo su poder manipulando e instaurando en la sociedad un “sentido común” servil a los mismos.
Pero la historia también nos cuenta de la tenacidad de los sectores populares, y la lucha sin tregua de los medios de comunicación comunitarios y alternativos por el ejercicio de una prensa libre, crítica y popular, con el objetivo de avanzar hacia la construcción de una democracia real y participativa.
En lo que respecta a los tiempos recientes y más oscuros (1976-1983), cuando las políticas de censura, persecución y hostigamiento a un sector de lxs trabajadorxs de la prensa cuestionador del orden social establecido, es decir, cuando el derecho a la libertad de expresión fue suprimido para todxs lxs que no se alinearan al régimen, la prensa y los medios de comunicación serviles a la dictadura fueron una herramienta necesaria, un andamiaje cívico militar preciso, para implantar el terror y disciplinamiento social, por ello, y con motivo de repensar la práctica periodística en esa época y avizorar algunas cuentas pendientes que persisten en el tiempo, hablamos con Ricardo Martínez, docente y periodista.
Si bien Ricardo no pudo ejercer plenamente el periodismo durante la última dictadura debido a la persecución política, a la censura y las amenazas, por adherir a la doctrina Siloista (2), que aún hoy es parte importante de su filosofía de vida, que lo puso en las “listas negras” y que lo hicieron emigrar a España, afirmó que: “he vivido parte del proceso (dictadura militar de 1976), son importantes los años que he transitado durante ese tiempo”.
Periodismo y militancia
Ricardo comienza la conversación contándonos que sintió su vocación y se dedicó al periodismo desde muy chico, atravesando distintas etapas históricas desde el onganiato (1966-1970) hasta nuestros días. Aquella época (finales de los 60 y comienzos de los 70’) se caracterizó por la numerosa proliferación de periódicos alternativos y populares que tenían el objetivo de difundir las situaciones laborales y conflictos que atravesaba cada rubro trabajador, construyendo de esta manera un vínculo político con sus protagonistas y brindando un canal para que las consignas y demandas obreras resuenen con más fuerza. La consigna era “un corresponsal en cada fábrica” (3).
La comunicación era un aspecto central para la militancia de ese tiempo, muchos de los artículos que se publicaban salían sin firmas o con seudónimos, además las organizaciones políticas de los ´60 y ´70, solían tener un órgano de prensa que podía ser de curso “legal” o “clandestino” el cual se difundía periódicamente. Allí se denunciaban los conflictos laborales, la persecución política, las detenciones y secuestro a lxs militantes y también reflejaban las corrientes políticas y sus posicionamientos ideológicos.
En Jujuy la JRP (Juventud Revolucionaria Peronista) (4), tenía una publicación: “El Tábano fue una hoja que circuló entre 1968 y 1969, en Palpalá. Tenía como propósito la denuncia de hechos al interior de AHZ (5). Con un estilo sarcástico desnudaba la obsecuencia de algunos funcionarios, así como los negociados que realizaba el staff militar con el acero; entre otros, la venta a ACINDAR de acero de alta calidad facturado como chatarra, en beneficio de esa empresa cuyo personero era el general Alcides López Aufranc. Además, arremetía contra la conducción propatronal del sindicato de AHZ. En un lenguaje llano y cargado de ironía, los palpaleños conocían los entretelones de sumisión, injusticias y corrupción que se ponían en práctica dentro de la fábrica. “Se trataba de construir una información desde el lugar de lxs trabajadores, bregando por conseguir la mayor cantidad de testimonios y evidencias posibles”. Sofía D’Andrea, diciembre de 2002. La distribución se hacía durante la noche, dejando la publicación en la entrada de las casas obreras, y dentro de la fábrica en los lugares donde concurrían los trabajadores.
También en nuestra provincia, pero ya en los ´70, se difundió en el Departamento de Ledesma la publicación “El Zafrero” del PRT (6). La publicación ponía en evidencia los conflictos laborales en la Empresa Ledesma, incluía un panorama regional y hacían revisionismo histórico sobre el oscuro origen de la fábrica. Renato Colautti junio 2021.
Cabe recalcar que estas prácticas fueron importantes posteriormente, cuando se lograron los Juicios de Lesa Humanidad porque aportaron valiosa prueba documental para llegar a la verdad real de los hechos.
De la censura a la autocensura
Al consultarle por los comienzos de la dictadura del 76’ en la Argentina, Ricardo nos comentó: “fue una época de mucha violencia, el periodista era considerado un agente peligroso.”, luego agregó: “En cierta medida, en todos los Gobiernos quien se expresa en contra del mandato es visto de esta manera, uno puede publicar lo que quiera siempre y cuando no subvierta los valores imperantes. La diferencia fueron las conductas, la censura era mucho más directa y violenta”.
En efecto, lxs genocidas del proceso sabían de la importancia de que no se conocieran sus “actividades” para que no pueda vislumbrarse inmediatamente el plan sistemático de exterminio que estaban llevando a cabo. Por eso, el día de su asunción como jefe de la junta militar que tomó el poder del Estado, el represor Jorge Rafael Videla decretó, según el Comunicado N° 19 del 24 de marzo de 1976, que “los medios de comunicación serían reprimidos con reclusión por tiempo indeterminado si difundían imágenes correspondientes a asociaciones ilícitas o a grupos dedicados a actividades subversivas o al terrorismo”. Esto inhabilitaba a todo comunicador a publicar en contra del régimen, por esto, para Ricardo, la profesión fue “estigmatizada y perseguida”.
En el mismo sentido, en los documentos internos de las fuerzas de seguridad, en el archivo documental de H.I.J.O.S. Jujuy, encontramos en el libro de “Operaciones Policiales” de la policía de la provincia de 1977 (7), que se debía “Lograr mediante un acertada u oportuna Icia (inteligencia) la concreción de operaciones que permitan garantizar al marco del orden, paz y tranquilidad pública en que vive la provincia”. Y además agrega que “El análisis de los distintos hechos producidos en el ámbito provincial; será encuadrado dentro de los siguientes factores y componentes” pasando a mencionar a la prensa entre uno de estos, y detalla que los trabajos de inteligencia sobre este sector se enmarcarían en el; “Comportamiento de los distintos medios”, la “Actitud frente a las distintas medidas de gobierno nacional y/o provincial (positivas-negativas), y evaluaría la “penetración ideológica de izquierda en los distintos medios de comunicación social”.
Todo pasaba por un riguroso proceso de control destinado a eliminar cualquier tipo de información que pudiera exponer los crímenes de la administración militar. “Lo cierto es que cuando hablamos de la libertad de prensa, esta le pertenece al dueño de la empresa, y este es quien decidía qué se publica y el periodista debía obedecer. Los medios eran censurados e incluso clausurados si se filtraba información que iba en contra de la dictadura”, expresó el periodista.
En un momento muy interesante de la charla, Martinez reflexiona acerca de los impedimentos que sufrían los trabajadores de prensa para publicar información. Si bien, en un principio, las presiones fueron agresivas, con el tiempo, las prácticas se terminaron normalizando. La censura inicial devino en una “autocensura” en el sentido de que no hacía falta que nadie les dijera a los trabajadores que podían y qué no podían publicar, todos estaban conscientes y tenían “la alarma permanente ante las posibles consecuencias de lo que escribía. El miedo a ser detenido o incluso a perder la vida estaba siempre presente”, relató Ricardo.
Con un gobierno con estas características todxs lxs periodistas tenían claro que solo había una forma de comportamiento posible. Desafiarlos o cuestionarlos implicaba ser víctima de detenciones arbitrarias, secuestro y/o desaparición. Según el entrevistado “ya estaba pautado todo lo que podía salir, había un abogado que revisaba todo. Tenías que ser muy cuidadoso para deslizar alguna información.” Muchos de sus colegas acataron las órdenes por temor a perder su fuente de ingreso pero “también es sabido que algunos acompañaron la dictadura por convicción”.
No es de extrañarse que los medios oficiales-estatales (intervenidos) difundieran un discurso ideológico afín al régimen militar, la situación local, no era diferente, Ricardo no recuerda haber visto ningún medio que haya filtrado información sobre las acciones del régimen: “En Jujuy si se quería saber la verdad había que leer diarios de otras provincias o de otras partes del mundo”. Además detalla que las limitaciones fueron tan rotundas, que en la Argentina sólo se podía leer algo de lo que estaba pasando en inglés, en el Buenos Aires Herald, diario de la embajada británica en Argentina que, al publicar en otro idioma, escapaba a los controles dispuestos.
En la provincia los medios se dedicaron a reproducir lo que el Estado había impuesto, generalmente se difundían los comunicados oficiales, se reforzaba la idea de estar frente a un ambiente de guerra. El Pregón (8 ), fue el medio privado de comunicación escrito dominante en Jujuy durante la dictadura militar. Siempre afín a los gobiernos oligárquicos y golpistas, fue un actor político fundamental en el andamiaje cívico-militar, legitimador del terrorismo de Estado, dedicó cientos de páginas con artículos “adulones” para el gobierno de facto provincial. También se encargó de fortalecer la idea del enemigo interno (9), y por supuesto de ilegalizar y deslegitimar toda actividad política y social que fuera en contra de sus padrinos políticos, replicando una y otra vez propaganda como esta:
COMPATRIOTAS JUJEÑOS…
“Las fuerzas legales están empeñadas en detectar y aniquilar en el corto plazo a los últimos delincuentes subversivos que existen dentro de la provincia.
Buscan la ciudad para esconderse y desde allí atentar contra la seguridad de su familia, su trabajo y nuestro país en cumplimiento de las órdenes de sus amos extranjeros.
Colabore con las fuerzas legales poniendo en conocimiento al personal militar o policial más próximo o al teléfono…. De las actividades sospechosas de cualquier individuo desconocido.
El Ejército y Ud. están unidos, en esta lucha, impulse a los indiferentes y participe de la victoria. Ha llegado el momento de las definiciones. No puede haber neutrales cuando la patria Argentina está en juego”
Muchas gracias por su colaboración patriótica- ¡Por la Unión, Paz y Progreso de los Argentinos!
No obstante hubo medios de otros lugares que “se animaban a publicar solicitadas de la familia, denunciaban algunos hechos de confrontaciones como sospechosos”, contó Ricardo.
“Estas vivencias alteran el orden interior de una persona”
Hacia el final de la entrevista conversamos acerca de las consecuencias en su vida por haber vivido el rigor de una dictadura. Algunas de ellas sociales y otras que se manifiestan individualmente, en esa línea Ricardo nos contó una pequeña anécdota: “El último viernes del proceso, en Jujuy, ya con un Gobierno civil, me iba a trabajar y pasé por la central de policía, cuando escuché una trompeta. Estaban izando una bandera en la calle Belgrano y siento que me ordenan “deténganse” iba solo, veo que van policías y me agarran de los brazos y me dicen “no sabe que cuando suena el himno debe pararse”. Entonces le explico que me estaba yendo a trabajar y que la música estaba bastante lejos y continué, pero una situación así era lo suficiente para acusarme de vendepatria por no respetar una bandera a 100 metros”.
En el mismo sentido describe que esa era la paranoia que se vivía en la época, a raíz de este tipo de situaciones reconoce: “Yo he quedado con el síndrome de la persecución, uno tenía que mirar siempre hacia atrás y a los costados, y cuando veo una sombra por atrás me detengo para que se adelanten. Lo que ocurrió en esa época, esas vivencias alteran el orden interior de las personas.”
En cuanto al retorno de la democracia, luego de la debacle de la dictadura, en 1983, Ricardo cree que se han ganado ciertas libertades como lo son el derecho de poder hablar sobre política, de discernir y practicar dentro del marco del respeto y de la tolerancia de los múltiples pensamientos. “Siempre estuve en contra de toda violencia que no permita el desarrollo del país. Tenemos que abogar para que esto no vuelva a ocurrir más.”
Hasta que el periodismo sea libre (10)
Ricardo, periodista y docente, inició su carrera redactando noticias deportivas, fue cofundador del área de redacción de El Tribuno de Jujuy y más adelante se desempeñó como corresponsal de prensa en la Agencia de Noticias Télam. Además, acompañó durante décadas, a través de su labor periodística, el reclamo de las madres y familiares de las víctimas de la última dictadura militar; en los ´80 cubrió las primeras marchas en nuestra provincia y con el correr del tiempo, siempre con el mismo compromiso, llevó adelante la cobertura, y asistió rigurosamente, desde que comenzaron en 2012, a todas las audiencias de los tres primeros juicios por delitos de Lesa Humanidad de Jujuy, en las que más de una vez se le estrujó el alma y se emocionó ante el relato de las atrocidades y violaciones a la dignidad humana de las víctimas.
Con su trabajo periodístico Ricardo hizo evidentes las voces que durante décadas no tuvieron lugar en los medios “tradicionales” de comunicación jujeño, y contribuyendo así a la reconstrucción de la verdad histórica, entendiendo que la dictadura militar atravesó a toda la sociedad jujeña, y que “los juicios son de todxs”.
Desde H.I.J.O.S. (Hijas e hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) Jujuy queremos homenajear, con este breve artículo, la tarea de aquellxs 223 compañerxs periodistas y trabajadorxs de prensa detenidxs desaparecidxs, y aquellxs quienes hasta nuestros días han hecho de su profesión una trinchera donde puede anidar la verdad, la memoria y la justicia. Entre ellxs a Ricardo, cuya tarea forma parte en la actualidad de los cimientos desde los cuales tratamos de edificar un periodismo genuino, riguroso, veraz y comprometido.
223 compañerxs periodistas detenidxs, desaparecidxs, presentes ahora y siempre.
CITAS
1-La fecha fue estatuida en 1938, año en el que se desarrolló el Primer Congreso de Periodistas en Córdoba, donde se sentaron los primeros escritos del Estatuto Profesional (ley 12.908), que sería sancionada en 1944 por el Congreso Nacional.
2- En la doctrina Siloista el hombre o ser humano aparece como un ser crítico y reflexivo sobre el mundo en el que vive. Quien se incribe dentro este pensamietno tiene la intencionalidad para actuar en el mundo en el que vive, transformar su propio destino y crear un mundo más humano, sin violencia ni discriminación, donde todos los seres humanos son iguales en cuanto a derecho.
3-Mariana Sol Canda (2021): “Un corresponsal en cada fábrica”. Cómo la CGTA buscó dar voz a las bases sindicales en su Semanario.
4- La JRP (Juventud Revolucionaria Peronista) o Tendencia Revolucionaria, fue una corriente del peronismo nucleada alrededor de las organizaciones guerrilleras FAR, FAP, Montoneros y la Juventud Peronista, se conformó progresivamente en las décadas de 1960 y 1970, fue apoyada y promovida por Perón, durante la etapa final de su exilio, debido a su capacidad para combatir a la dictadura autodenominada Revolución Argentina. Tuvo una gran influencia en la Resistencia peronista (1955-1973).
5- Altos Hornos Zapla, hoy llamado Aceros Zapla, fue un complejo minero-forestal siderúrgico ubicado en el departamento de Palpalá, provincia de Jujuy. Fue fundado durante el primer Gobierno de Perón el 11 de octubre de 1945.
6- El Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) fue un partido político de tendencia marxista-leninista de Argentina. Su brazo armado, el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), desarrolló la lucha armada como estrategia central para la toma del poder y la revolución socialista. Su apogeo tuvo lugar entre 1965 y 1977, cuando fue desarticulado por la represión estatal.
7- Libro de Operaciones Policiales de 1977. Orden de servicio Nº 041-DOP/77 (orientación de la labor inteligencia a desarrollar por el departamento de informaciones policiales D.2 y sus elementos orgánicos).
8-Diario Pregón: Es un diario papel jujeño fundado el 24 de Enero de 1956. Su tirada fue hegemónica durante mucho tiempo. Actualmente sus ventas se encuentran en decadencia.
9-Los Estados latinoamericanos debían enfrentar al “enemigo interno”, materializado en supuestos agentes locales del comunismo. Además de las guerrillas, el enemigo interno podía ser cualquier persona, grupo o institución nacional que tuviera ideas opuestas a las de los gobiernos militares.
10- Frase de Rodolfo Walsh en el Epílogo, 1era. edición 1957 de Operación Masacre : “El periodismo es libre o es una farsa, sin términos medios”.